miércoles, 31 de agosto de 2011

"Yo he vivido"

Me gusta escuchar historias, mitos y leyendas pero ayer fui participe de la remembranza de las aventuras de las dos mejores amigas que casi nadie ha podido hallar.

Es hermoso escuchar como recuerdan las anécdotas que vivieron cuando jóvenes, como conocieron el primer amor, como se escabullían entre la multitud para ver a sus grupos favoritos, como se "tapaban" entre ellas para ir de travesía y como hoy no se arrepienten de nada de lo que les toco de vivir y simplemente no cambiarían nada... porque todo lo que le sucedió es lo que las llevo a estar donde están ahora.

Vivir no es cosa fácil comentaron, pero si para vivir nacimos... entonces vivamos bien y olvidemos el termino "sobrevivir". Las dificultades, aquellos días grises hacen parecer que todas las acciones realizadas fueron inútiles, pero no.

Aunque muchas veces nos aburra escuchar que todo tiene un porque, sobre todo cuando no encontramos la respuesta a esa idea, a ese conflicto que vuela por nuestra mente; esa frase es real. El tiempo te dará la respuesta del porque las cosas sucedieron de tal modo, y es que así tuvo que ser.

Entre risas y carcajadas durante la tarde, mientras que en la noche un silencio acompaño al frío denso que se avecinaba, fui testigo del gran baúl de recuerdos que desenterraron estas dos damas.

Hoy en día son dos grandes madres de familia, y según comentan es difícil hablar de algunos temas con los hijos pues a veces quisieran evitarles el sufrimiento, el ya haber pasado por cosas similares les hace sentir que tienen la respuesta a todo, pero el hecho de recordar que sus hijos son jóvenes y que deben aprender de sus caídas, las hace detenerse y solo optar por aconsejar y saber extender sus brazos cuando ellos las necesiten.

Los años maravillosos no vuelven es un consejo que me dieron. Vive cada día como si fuera el ultimo: ríe, baila, canta, disfruta y haz lo que te haga feliz... que mas da el que dirán, de nosotras hablaron muchas personas y si hoy preguntas donde están ellas reirías.
Porque el equivocarse no es lo malo, lo peor es no saber reconocer los errores y no poner en practica lo aprendido.

A las dos mejores amigas que nadie podría tener.

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