martes, 16 de agosto de 2011

Robando almas

¿Como le explicas a un niño que su país esta cada vez mas infestado de delincuentes? Como les cuentas a tus hijos de un modo sutil que las calles por las que transita cada día se han convertido en escenario de la violencia y que por mas medidas que tomen las autoridades, aun no se obtienen resultados.

Los niños sugieren que brindándole amor a estos personajes que hoy delinquen se podría llegar a concientizarlos... Sin embargo, estos individuos no son capaces de ponerse una mano en el pecho y ponerse a pensar que también tienen familia, que el mundo da vueltas y que una reparación civil o la cárcel no compensa el quitarle la vida a otro ser, ni reemplaza el vacío que su perdida deja entre sus familiares.

Caminar por nuestra ciudad capital es toparse con calles manchadas de sangre, secuestros al paso, asesinatos, y violencia sin importar el lugar de residencia. Los mas afectados personajes indefensos, con un futuro por delante, quienes al leer tantas noticias de violencia solo buscan invocar al fomento de la paz, y piden a las autoridades que ayuden a erradicar la maldad.

Casos como el de la pequeña Romina y el de la hija del congresista Reggiardo nos enrostran el tipo de sociedad en la que estamos viviendo actualmente. No esperemos que nos pase, para recién tomar cartas en el asunto.

El trauma que se sufre al ser victima de cualquiera de estos tipos de violencia deja huellas muy difíciles de borrar. Las amenazas, los maltratos físicos o psicológicos son tan denigrantes como la privación de la libertad.

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