domingo, 18 de noviembre de 2018

A Dios



El peor adiós es el que te genera una guerra contigo mismo.
Porque por más que lo quieras no lo debes tener, pues tu vida es un círculo y él hace muchos años ya tomó una dirección y tú ahora has tomado otra.

Es así que, algún día cuando se vuelvan a ver dejarás de reprocharte el por qué no lo intentaste una vez más.

Porque a pesar de todos sus defectos, él, ese chico con el que jamás pensaste ir en serio era perfecto para ti.

martes, 27 de marzo de 2018

Semana Santa Ayacuchana: Alegría, fé y tradición


UNA DE LAS MANIFESTACIONES RELIGIOSAS MÁS EMBLEMÁTICAS DE LOS BELLOS ANDES


En medio del frío, noches de espera en el frontis de la catedral y el fervor de un pueblo, se da inicio a la Semana Ayacuchana; la fiesta más grande de la iglesia católica en Perú, y la segunda en el mundo después de Sevilla - España.

Es que, hablar de Ayacucho, es sin duda, hablar más allá de una región pródiga en escenarios naturales e históricos, iglesias, artesanía y gastronomía. Ayacucho, representa la mejor Semana Santa de América Latina. 

Con una tradición de más de 400 años, del 22 de marzo al 1 de abril, miles de visitantes y turistas se preparan para disfrutar de fervorosas procesiones, cultura, diversión cristiana y tradición Ayacuchana.

El bloggero de “Ensartes.com” y Ayacuchano de nacimiento, Chichu Barboza nos comenta que a diferencia de muchas regiones, en Ayacucho las celebraciones de Semana Santa se dan inicio con el “Viernes de Dolores”, procesión que congrega a miles de feligreses alrededor del Señor de la Agonía y de la Virgen Dolorosa, encuentro que recuerda el sufrimiento de cristo y de su madre.

Se trata de once días de actividades alegóricas que inician el “Domingo de Ramos” con la
tradicional entrada de chamizo a la plaza mayor de Huamanga y terminan el “Domingo de
Pascua”, con la procesión de una majestuosa anda piramidal de más de 10 metros de altura, iluminada por 3 mil velas.

El “Miércoles Santo” es el día de mayor emotividad en la “Ciudad de las Iglesias” pues “El
Nazareno” vestido con un traje de terciopelo morado y bordado con hilos de oro, se encontrará con la “Virgen Dolorosa” que viste una túnica negra y lleva siete puñales en el pecho. El “Jueves Santo” desde muy temprano se construye el anda del “Domingo de Pascua de Resurrección”, el cual recorrerá la plaza de armas desde las 5am y debe ser cargado por trescientas personas como mínimo.

Para Ayacucho el “Viernes Santo” significa algo más que no comer carne, significa la “Procesión del santo sepulcro”. Cae la noche y propios y extraños se conglomeran en la plaza de armas, mientras que, los colegios, universidades, instituciones públicas y privadas preparan alfombras de flores para la procesión.

Sabrás que todo va empezar cuando se torna un apagón en la ciudad. La plaza solo es iluminada por las velas de los fieles. Primero pasa el féretro de cristal donde yace Jesucristo fallecido y detrás de él, su madre: la Virgen María de luto y llorando.

Al término, la plaza vibra con la fe Ayacuchana, empieza el guapeo, los bailes al compás de la banda y se aplaca el frío a base de puro “calentito”. ¡A cantar y festejar, que pronto Jesús va a resucitar, la alegría y tradición no se pueden acabar!

La mañana del sábado, los jóvenes vestidos con prendas rojas y blancas esperan ansiosos en la plaza mayor de Huamanga para participar de las torres humanas y ver el famoso “Jala Toro”, el cual según historiadores debería iniciarse a la par de la misa que preside el obispo para luego proceder a donar 3 toros a la ciudad.

Llega la noche y grandiosas obras de la ingeniería pirotécnica donadas por fieles nacionales e internacionales se exhiben en la plaza de armas e iluminan la ciudad.
Ya es domingo e irse a dormir ya no es una opción. Casi 5:30am y un mar de gente acompaña las andas del cristo resucitado. Cantos, llantos, campanas y bombardas hacen retumbar la ciudad, Jesucristo ha resucitado y el corazón de Ayacucho lo recibe así: un saludo al alba y un espléndido amanecer.

Este 2018, Ayacucho se proyecta a recibir a más de 50,000 visitantes, entre nacionales y extranjeros, durante los once días que durarán las celebraciones de la Semana Santa.


Fotografía: Richard Bermudo

lunes, 19 de febrero de 2018

Fina estampa

DÍAS DE TALCO, ALEGRÍA DESBORDANTE Y SERPENTINAS DE COLOR


Coloridas estampas empiezan a desfilar… es el Carnaval Marqueño que acaba de empezar. Mostrando una hermosa coreografía con cantos y guapidos propios, cada pareja nos deleita con su gracia, garbo y elegancia en un baile de retroceso y adelanto, donde llegan las damiselas levantando sus grandes trajes y cantando con el alma y el corazón henchido de emoción: ¡Ay carnaval, carnaval… arrastrado carnaval!

De pronto, se escucha el trinar de los  clarinetes, el sonido de la “tinya” y la “wajla“; las parejas empiezan a formar la comparsa carnavalesca que recorre con orgullo las calles y campos del pueblo. Risas estruendosas y canticos a todo pulmón, son los integrantes de los diferentes barrios haciendo figuras en su baile todos al mismo son.

Es así que, Marco, Capital Folcklórica del Centro del Perú  se  viste de  gala  para  recibir  a propios y extraños en la gran  “Fiesta  del Carnaval Marqueño”  del 13  al 19  de  febrero, el mismo que es considerado mundialmente como ‘Carnaval de Exportación’, por sus tradicionales festejos. El distrito de Marco se ubica en la provincia de Jauja, valle de Yanamarca, en Junín.

El Carnaval Marqueño es una de las expresiones artísticas más bellas de nuestro Perú  profundo y data de 1830 aprox. Danza de triple  expresión, ganadera, agrícola y religiosa, donde  se  mezclan  la alegría, el gozo, la vivencia y la historia de los antiguos pobladores que estaban organizados  en “Ayllus”, comentó la Lic. Zoilita Sáciga Misari, Marqueña de Nacimiento y egresada de la Escuela Nacional Superior de Folcklore “José María Arguedas”.

Las actividades se inician con una misa  en honor a las  cruces en la  parroquia de Marco y el día 14, mientras la tarde se torna alegre se desarrolla el ancestral  “Uish cuchuy”, es decir, la marcación del ganado ovino en la plaza  principal. Se les ponen aretes con cintas de colores a las ovejas y se le cortan los rabos a los corderos.

El famoso carnaval presenta su propio estilo y música. Su característica especial es el zapateo; motivo por el cual, difiere de cualquier otro en el área rural andino. El 15 de febrero al compás  de hermosos  huaynitos  y de un dúo de violines se lleva acabo el tan esperado “Mega concurso de Carnaval Marqueño”, en el estadio Cincuentenario de Marco–Jauja, el mismo que en su versión 2018 contará con dieciséis barrios originarios en escena.

En tanto, el 16 y 17 de febrero se realizan los corta montes en medio de talco, color y sabor; el jala pato, el rompe olla, el pisa huevo y el destape de la rica y sustanciosa chicha de jora. El 18 como es tradición,  es el fin de fiesta con el gran “Takanakuy” el cual consiste en “golpearse entre sí” durante tres minutos en promedio. Las reglas son claras: sólo valen puñetes y patadas, y terminan con un abrazo de los peleadores.

Cabe mencionar que, el Carnaval Marqueño fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial  de la Nación, el 9 de marzo de 2011, mediante Resolución Viceministerial N° 278-2011-VMPCIC-MC, en virtud a su originalidad en su atuendo  típico, música  y parte de la coreografía, el cual contribuye plenamente en el fortalecimiento de la identidad local, regional y nacionales.

Para los Marqueños el carnaval va más allá de una simple danza. El carnaval es emoción, sentimiento y jolgorio popular; por ello cada año la Asociación Central de Barrios del Carnaval Marqueño, se es mera e incentiva a sus integrantes pues no hay mayor gratificación que ser promotor de la difusión de nuestra riqueza turística,  de la identidad cultural y progreso al servicio del bien común.

Arrastrado carnaval

miércoles, 3 de enero de 2018

Amor mágico


Nunca debí dejarte.
Ningunos brazos mejores que los míos podían cuidarte
lamentablemente me engatusó con tanto arte
que me llevó a otros lares donde terminé por apartarte.
Gracias por tanto
perdón por tan poco.
Perdón...

Tal vez...