viernes, 10 de febrero de 2012

Patentes, beneficios y personas.

Joseph E. Stiglitz

Acceso a los medicamentos que pueden salvar vidas.

Tres reformas mejorarían el acceso a los medicamentos capaces de salvar vidas ya existentes. Una de ellas, que discutimos con mayor detalle más adelante, consiste en que los países desarrollados se limiten a proporcionar los medicamentos o, cuando menos, a subvencionarlos, pagando sin duda un “impuesto” la diferencia entre precio y coste marginal.

Medicamentos a precio de coste para los países en vías de desarrollo

Una de las maneras más sencillas que los países desarrollados tiene de ayudar a los países en vías de desarrollo en la de renunciar a todo impuesto, permitiendo que estas naciones usen la propiedad intelectual en beneficio de sus propios ciudadanos, quienes adquirían los fármacos a precios de coste. Pero los países desarrollados no tendrían que soportar ningún coste adicional.

Licencias obligatorias

En situaciones especiales, cuando deciden que existe una necesidad urgente de ampliar el acceso a tecnologías nuevas o a nuevos fármacos, los gobiernos pueden extender licencias obligatorias. Éste es un derecho reconocido por casi todos los gobiernos del planeta.

Si los países desarrollados no venden fármacos capaces de salvar vidas a los países en vías de desarrollo, entonces debería darse a luz verde a estos últimos para emplear licencias obligatorias a fin de producir y comerciar fármacos de ese tipo.

Investigación

El argumento de que le precio monopolístico de los medicamentos impulsa la innovación cae por su propio peso al saber que la mayoría de las empresas farmacéuticas gastan mucho más en publicidad que en investigación, más en investigación de medicamentos de estilo de vida que en aquellos que curan enfermedades y casi nada en la investigación de las enfermedades que, como la malaria y la esquistosomiasis, son más propias de los países más pobres.

Normalmente, los gobiernos aplican impuestos dependiendo de la capacidad para que se paguen, pero en lo que se refiere a los medicamentos, lo más ricos de los países desarrollados y lo más pobre e los países en vías de desarrollo están obligados a abonar los mismos impuestos.

Un incentivo basado en el mercado: un fondo de garantía

Una propuesta consiste en que los gobiernos de los países desarrollados adquieren un fondo de garantía. O, si se fabrica un medicamento contra la malaria más efectivo del que existe, pueden comprometerse a gastar al menos 3, 000 millones.

El principal problema de esta idea es que no ataja el problema del monopolio: las empresas farmacéuticas no perderán el incentivo de elevar los precios y de limitar la producción con el fin de maximizar sus ingresos en lugar de maximizar los beneficios sociales.

Un fondo innovador

Un sistema de recompensa que gratifique a los investigadores por el valor de sus hallazgos situaría a los incentivos en la dirección adecuada.

También recibirían grandes recompensas quienes investigaran enfermedades muy graves y muy extendidas como la tuberculosis y la malaria, mientras que las empresas que se dedicaran a los fármacos ce continuación es decir, aquellos que mejoran solo muy ligeramente algún medicamento ya existente, obtendrían una pequeña gratificación.

Detener la biopiratería y proteger el saber tradicional

La injusticia que la normativa de propiedad intelectual supone para los países en vías de desarrollo se aprecia de forma descarnada en el tratamiento de las medicinas tradicionales y de los medicamentos basados en productos químicos derivados de plantas. Advertí por primera vez el problema de la biopiratería en una remota idea de los Andes ecuatorianos.

Es necesario hacer más para proteger la ventaja comparativa de los países en vías de desarrollo en esta área. Poseen una reserva de conocimientos como el uso de plantas medicinales a la que pueden recurrir, sus bosques suponen una riqueza florística que las empresas farmacéuticas occidentales han aprovechado para elaborar medicamentos vitales, pero el acuerdo sobre los ADPIC proporciona a los países en vías de desarrollo pocos incentivos para que preserven sus bosques.

Hay dos reformas que podrían abordar las preocupaciones de los países en vías de desarrollo:

1. Debería existir un acuerdo internacional que reconociera los saberes tradicionales y que prohibiese la bioterapìa.

2. Todos los países del mundo incluido estados Unidos deben suscribir la convención de la biodiversidad.

Gobernanza

Adolece de dos defectos fundamentales: por un lado, los países en vías de desarrollo apenas tiene voz; por otro lado la voz de los intereses creados se hace oír demasiado. La ley define reglas del juego y los tribunales existen para velar por su aplicación. Hemos de ser sensibles ante la posición de desventaja que padecen los países en vías de desarrollo cuando un tribunal decide sobre sus derechos.

Los países pobres se encuentran en clara desventaja cuando luchan por sus derechos. La mayoría de los países en vías de desarrollo no pueden sencillamente, enfrentarse a los grandes equipos de abogados expertos y muy bien pagados con los que cuentan las corporaciones y los gobiernos de Europa y Estados Unidos.

Valores y beneficios

Las leyes de propiedad intelectual nos ofrecen el ejemplo más dramático del conflicto entre valores y acuerdos comerciales. Pero hay muchos más. Sin embargo, según las normas de la OMC, no se puede vetar su entrada; los alimentos sólo pueden excluirse cuando se cuenta con una base científica y la ciencia dice que no existe ningún riesgo significativo.

No se puede excluir de Europa los alimentos transgénicos pero quienes ponen objeciones exigen un etiquetado que especifique sus ingredientes, para que el consumidor sepa qué está comprando. Pero Estados Unidos, que generalmente aboga por el libre comercio y la libre elección del consumidor, afirma en este caso que un etiquetado exhaustivo supondría un obstáculo para el comercio.

Intereses empresariales

Los negociadores occidentales tiene la misión de obtener acuerdos ventajosos para las industrias de sus países consiguiendo, por ejemplo, un mayor acceso a los mercados y un reforzamiento de los derechos de propiedad intelectual – sin dejar de subvencionar la agricultura ni derribar las barreras arancelarias.

Los conflictos sobre los valores fundamentales están en el centro del debate democrático. Los críticos de la globalización afirman que esta se ha gestionado de tal forma que algunas cuestiones esenciales quedan fuera del ámbito del discurso público dentro de las fronteras nacionales y en los foros internacionales cerrados, que distan mucho de ser democráticos en el sentido habitual del término. Finalmente, tenemos que el mayor retro de la reforma de la globalización es lograr que se más democrática y, en el futuro, una de las mayores pruebas de que ha tenido éxito será que haya situado los valores esenciales por encima delos intereses empresariales.

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