domingo, 24 de octubre de 2010

Lima de Milagros

Un negro con alma blanca, esclavo de casta angoleña llamado Pedro Dalcón pinto al Cristo de las Maravillas o también conocido como Cristo Moreno debido a que, entre sus creyentes, predominaba la gente de color.

El Señor de los Milagros es venerado por peruanos y extranjeros en el Perú y alrededor del mundo, y es considerado como la manifestación religiosa católica periódica más numerosa del mundo. Su procesión es una tradición netamente peruana ya que desde hace 323 años humaniza las calles y plazas de Lima todos los 18, 19 y 28 de octubre en su recorrido procesional.

La historia del Cristo Moreno nace en Pachacamilla un 20 de octubre de 1687, luego que un violento terremoto arrasara con Lima y Callao, y derribara la ermita edificada en honor al Cristo. Sin embargo, ante la sorpresa general el muro de la imagen del crucificado quedó en pie, nunca sufrió daños pese a temblores y a tener una acequia a su espalda, por lo que se ordenó la confección de una copia al óleo y que por primera vez saliera en andas por las calles de Pachacamilla.

El cielo sereno de Lima festeja en octubre de cada año con bombos, cohetes y platillos el recorrido procesional del Señor de los Milagros. Las manifestaciones son conmovedoras, sus fieles devotos caminan en penitencia a cuestas y de rodillas hasta llegar a cada esquina donde se cambian las flores y se reparten los rosas, lirios, azucenas o claveles que adornan al Cristo de las Maravillas.

La pintura del Cristo Moreno tiene a los pies a la Virgen María y a San Juan. Al reverso del lienzo fue colocada la Señora de la Nube en fiel homenaje a la fundadora del Monasterio de Las Nazarenas.

En tanto, las andas del Señor de los Milagros están formadas, por una especie de mesa de madera de caoba y refuerzos metálicos sobre la que se alza la imagen. La mesa es atravesada longitudinalmente por cuatro largos travesaños que están recubiertos en la parte superior por planchas de plata traídas desde Cerro de Pasco y las terminales de las patas son de bronce.

En 1720 el Papa Benedicto XVIII indico que las monjas deberían vestir túnica morada para acompañar a la procesión. Tanto ha crecido este culto con el curso de los años, que el mes de octubre es considerado el “mes morado”, ya que en Perú y en Lima en particular, junto con las multitudinarias procesiones es común observar a devotos que usan el hábito todo el mes.

La lima actual conserva celosamente la historia del Señor de los Milagros. Asimismo, la historia del turrón de Doña Pepa, también de aquella época es considerada herencia de fe, debido a que el Señor de las Maravillas le concedió el milagro de curar el reumatismo que padecía.

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