Y de pronto apareció
y volvieron esas ganas locas de escribir
y comerse el mundo como cuando niños.
Y una vez más empecé a soñar despierta…
Y es que... Si me preguntan que me gusta
de él
podría
decir que son esos versos que recita cada noche
La ternura con la que es capaz de dar
amor o exponer su rostro frente al calor
Quizás ese entusiasmo con el que hace
cada cosa
Cuando fotografía, escribe, lee, corre o
se inhibe
Tal vez la forma en que abraza a propios
y extraños
Sin percatarse sin son gatos, perros o
humanos
Si me preguntan que me gusta de él
Diría que me recordó aquellos viejos sueños
que creía haber dejado en el ayer
Que lo veo desde lejos cuando sonríe,
que me intimido o me nublo cuando por el
pasillo sin querer escucho que se ríe
Que me encanta su sabiduría
La forma en que logra alegrar mí día a día
Lo que me enseña de cultura, o cuando se
excusa con mucha ternura
Si me preguntan porque me fije en él
ya no explicaría más de lo que tú no
puedas ver.
Con cara de niño, con alma de hombre.
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