miércoles, 27 de julio de 2011

Etapa decisiva

Los 15 años es la edad promedio de inicio de experiencia y actividad sexual de la mayoría de adolescentes ya que se sienten invulnerables y asumen conductas omnipotentes casi siempre generadoras de riesgo.

Asimismo, muchas veces producto de estas conductas se genera un embarazo adolescente provocando que la mujer no pueda desempeñarse adecuadamente ni como madre, ni como hija pues se verá en la obligación de cubrir sus necesidades como las del pequeño que viene en camino, adquiriendo nuevas responsabilidades.

Según cifras de la Unicef la actividad sexual de los adolescentes de países desarrollados fluctúa, en el caso de los hombres, entre los 9 y 13 años; mientras que la edad de las mujeres variar entre los 11 y 14 años. Es así que, 14% de los embarazos a nivel nacional son de mujeres entre los 15 y 19 años.

Asimismo, el último estudio realizado por UNICEF y el INEI, “Estado de la Niñez en el Perú”, confirma que el inicio sexual prematuro eleva las probabilidades de tener un embarazo no deseado durante la adolescencia. La maternidad entre las adolescentes mujeres de 15 a 19 años de edad reúne al 14% de casos, siendo los departamentos más afectados San Martín, Ucayali y Loreto.

El estudio “Estado de la Niñez en el Perú” demuestra que Ucayali, junto con Loreto y San Martín, presentan los mayores retos en el área de orientación y atención en salud reproductiva pues tienen los índices más altos del país, tanto en el inicio de la vida conyugal entre las adolescentes mujeres como en maternidad.

En la provincia de Purús el 52% de las jóvenes entre los 15 y 18 años se encuentra casada o conviviendo con su pareja y el 56% entre los 15 y 20 ha experimentado la maternidad. El estudio que ha sido elaborado por un equipo de investigadores de GRADE (Grupo de análisis para el desarrollo), se basó en la información disponible hasta fines del año 2010.

Las principales fuentes de información fueron: el Censo Nacional XI de Población y VI de Vivienda 2007, la Encuesta Nacional de Hogares 2008 y 2009, y la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar 2009, producidos por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI); el Censo Escolar 2008 y la Evaluación Censal de Estudiantes del 2009 del Ministerio de Educación.

Katherine Horiuche revela que un embarazo adolescente trae consigo muchas dificultades que si bien no son fáciles de resolver tampoco son imposibles pero para ello se necesita esmero, responsabilidad, decisión y en su caso el respaldo incondicional de su madre.

Ella nos confeso que salir embarazada a los 16 años no fue lo ideal, pues tener un bebe en plena etapa escolar no está dentro de los planes de ningún adolescente. El enterarse que sería madre tan joven genero sentimientos encontrados en ella. “Durante los tres primeros meses más que el malestar del embarazo sentía un malestar emocional, lloraba y sentía incertidumbre al no saber qué pasaría con mi vida”, confesó Katherine.

Comenta que el abortar o dar en adopción al bebe que venía en camino nunca fue visto como una opción que se le cruzara por la mente, pero si era una opción para el padre de su hijo. Desde ese momento supo que sería madre soltera, y le atemorizaba el factor económico.

Con lagrimas en los ojos katherine recordó, “Cuando mi mamá se entero que estaba embarazada rompió en llanto, me reclamo el no haberme cuidado, y me pregunto qué pensaba hacer desde ese momento en adelante”

Nuestra sixteen pregnant afirma que su embarazo fue producto del mal uso de un método anticonceptivo y su precocidad sexual se debió a que vivía de manera independiente, frecuentaba a gente mucho mayor pues trabajaba y estudiaba lo cual la hizo sentirse como un adulto capaz de asumir cualquier responsabilidad.

“Durante mi embarazo no tuve complicaciones pero si tuve que dejar el colegio. Después de un año comencé a estudiar en un colegio no escolarizado y a trabajar tres veces por semana para afrontar nuestros gastos”, aseguró.

Ser madre adolescente implica descuidar los estudios si es que no abandonarlos, dejar de lado tu vida social y perder una etapa en la que recién empiezas a conocer el mundo, pues debes afrontar nuevos retos y responsabilidades que solo dependen de ti para salir airoso.

Han transcurrido seis años desde aquel 25 de mayo en el que nació Enzo Wladimir. Desde hace cinco años Katherine se encuentra trabajando como representante de ventas de Medifarma Perú, tratando de distribuir su tiempo entre los horarios de oficina y el tiempo que pasa con su pequeño.

Ella afirma que siempre le ha gustado esforzarse, destacar en lo que hace por eso trabaja con ahínco, en busca de un futuro mejor. “El tener que trabajar y el ser padre y madre es una tarea difícil pero se aprende cada día pues en las universidades te enseñan miles de carreras pero ninguna dice como ser padre”

Las muchachas embarazadas tienen pocas probabilidades de continuar sus estudios debido a que algunas instituciones educativas optan por negarles la entrada por temor de que puedan influir desfavorablemente en otros alumnos. Estas chicas que han abandonado los estudios, raramente vuelven a tener oportunidad de retomarlos donde los dejaron. De igual manera los padres jóvenes corren un alto riesgo de experimentar periodos de desempleo o menor salario.

Recuerden: Toda acción trae una consecuencia y que para evitar consecuencias graves es necesario informarse antes de actuar y prevenir antes de lamentar.

Según el Psicólogo Eduardo Valdivia Velázquez, el salir embarazada a los 16 años es considerado un embarazo precoz ya que es un impacto de considerable magnitud en la vida de los jóvenes, en su salud, en la de su hijo, su pareja, su familia, ambiente y la comunidad en su conjunto”, afirmo Valdivia.

Los bebes de madres adolescentes tiene una alta tasa de mortalidad al igual que pueden experimentar mal formaciones congénitas, problemas de desarrollo, retraso mental, ceguera, epilepsia o parálisis cerebral. Estos niños experimentan muchos más problemas de conductas y funcionamiento intelectual disminuido.

El psicólogo aseveró, “Hay problemas maritales y mayor probabilidad de divorcio en parejas jóvenes que se unieron producto de un embarazo. Debido a esto, los hijos de adolescentes pasan gran parte de su vida en un hogar monoparental, y ellos se convierten en una población potencial para generar embarazos no deseados en su futura adolescencia.”

Valdivia también acotó, “El embarazo y los problemas que este puede traer, el drama sentimental de una separación, el aislamiento, el pánico, pueden ser fácilmente considerados como factores suicidógenos circunstanciales”. La situación psicológica de la adolescente embarazada es compleja y difícil.

En ella se acumulan las dificultades propias de la adolescencia; los problemas afectivos observados a lo largo de cualquier embarazo; las dificultades personales o familiares que traen consigo el embarazo, las que originan ciertas reacciones, reales o simplemente temidas, del entorno, la inquietud de un futuro incierto; la perturbación por las decisiones que se han de tomar; es vacío afectivo; etc.

Como lo afirmó Fabiola Quesada, psicóloga social de APPRENDE PERÚ en conversaciones con RPP: “Para evitar un embarazo no deseado, el adolescente debe posponer el inicio sexual hasta tener toda la información necesaria sobre salud sexual y reproductiva”.